domingo, 9 de marzo de 2014

Talent MSX DPC-200, la microcompu más puntana

        Como cada cierto tiempo, saqué de la cada la Talent MSX DPC-200, la versión de la MSX 1 fabricada en Argentina por la empresa Talent en el '85. Conocí la MSX en mis épocas de estudiante de BASIC, en el '85 ú '86. Descubrí en este equipo, un hardware similar a la Commodore 64, aunque con algunas 'mejoras', decíamos en aquel momento.
        La disposición de las teclas está mejorada: más parecido al teclado actual, con las funciones emplazadas arriba en horizontal, las teclas de cursor una para cada dirección. Se podían combinar en la escritura las mayúsculas, minúsculas y carácteres gráficos, todo sin complicaciones. Disponía de una tabla extendida de carácteres que incluía letras con acentos, diéresis (ejemplo "ü"), virgulillas para acentuar en portugués y nuestra "ñ", çedilla, y muchos símbolos especiales más.


        El hardware era similar a los contemporáneos: memoria, capacidades gráficas y de sonido parecidas a la C64 (64k ram, 29k disponibles para el usuario basic, 16 colores, 3 canales de sonido). Una expanción que daba soporte a la disquetera, un conector para dataset que con fichas adaptadas permitía inclusive conectar un grabador y cargar o grabar en casetes, puerto de cartucho, un puerto serie en que se podía conectar una impresora, 2 conectores para joysticks, una salida mono de audio, video compuesto y RF (televisor).


        Para los que conocemos varios BASICs (lenguaje de programación) de las microcompus de ese momento, sabemos que el que tenía la MSX era uno de los más avanzados, más flexibles. Contando con intrucciones para manejar gráficos, color, audio, incluyendo también comandos para manipular archivos en la unidad de disco. Bastante parecido al gwbasic que estaba disponible para PC. Los que intentamos varias veces escribir programas de sonido en la Commodore 64, al hacerlo en la MSX sentíamos alivio. La programación se hacía más simple y rápido al no necesitar la guía del usuario. Se podía acceder a las tres voces de sonido concentrándose en la nota y la duración y codificando mediante el sistema alemán. Con un simple PLAY "CDEFGABC" ya se podía oír la escala de do mayor, aunque esa simplicidad en la programación era el precio a pagar por obtener sonidos tan cuadrados.
        También con una única sentencia, se podían dibujar puntos, líneas, círculos, llenar de color, cambiar el color de toda la pantalla, etc., acceder a casi toda la capacidad gráfica.
        Desde el basic también se podían crear ficheros, de acceso secuenciales o relativos de bases de datos y almacenados en discos flexibles. Tenía comandos que facilitaban la administración de la información en esos archivos. Algo en lo que se concentraban por ejemplo softwares como el DBASE II.


      Tuve la oportunidad de experimentar este equipo conectado en una red de hasta 8 MSXs juntas compartiendo una disquetera de 5 1/4 de simple densidad. Cargando un DOS muy similar al MS DOS 3.0 y corriendo programas de la altura y calidad de una Commodore 64.
      Cada tanto, tecleo algunos programas simples para hacer sonidos o gráficos, o correr algún jueguito.
      En internet existen varios emuladores gratuidos para los sistemas operativos actuales, y sitios que ponen a disposición el software de la MSX incluyendo utilitarios y juegos, ideales para los tipos nostálgicos que quieren volver a sentir la potencia de estas reliquias informáticas. 

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